viernes, 26 de junio de 2015

III PORTAZGO TRAIL NOCTURNO. LAURA

YO QUE SOY BICHO DE SOL.

Lo cierto es que no tenía intención ninguna de apuntarme a esta carrera. El simple hecho de que fuese de noche me tiraba para atrás, pero cuando María José (compañera de equipo) me dijo que ella participaba me lo plantee y la idea de correr las dos mano a mano me animó. Hasta ahora no he corrido ninguna carrera en compañía de nadie, de nadie conocido quiero decir, y ésta me parecía la ocasión perfecta. Compensaría el “miedo” a la oscuridad con la buena compañía.

Como no corro de noche, no estoy materialmente preparada para ello. Así que el frontal, imprescindible para esta carrera, tuvo que dejármelo Pepe. Puede que sea yo muy maniática y algo especial con algunas cosas, y el hecho de no correr con el material con el que entreno habitualmente y que conozco hace que no esté nada cómoda. Pero allí iba yo, dispuesta a participar en una carrera nocturna (sin haberla preparado) con un frontal que no era mío. Todo controlado.

Llegamos a Cieza algo pegados de tiempo y casi a la carrera recogimos los dorsales y la bolsa del corredor. Ya en la zona de la salida encontré a María José, bueno ella me encontró a mí, y nos pusimos a comentar hasta que llegó Dani y dijo que debíamos prepararnos para salir, a lo que María José contestó: “No, ahora es la salida de los que hacen la carrera de 22 K” (la cosa se ponía interesante), Dani a María José: “Es que tu corres la de 15 K?” María José otra vez: “Si, claro” y Dani concluyó la conversación, diciendo entre risas: “Pues Laura corre la de 22”. Imaginad mi cara.

En resumen; iba a correr 22 kilómetros, de noche, sola y con un frontal que no era mío, pero no pasaba nada, llevaba pilas. Porque si, existía la posibilidad de que al frontal se le acabase la batería…Todo seguía controlado.

Nos despedimos de María José, lo que iba a ser una carrera mano a mano con ella se había quedado en un “Hola , qué tal? Yo corro la de 15, ah! Pues yo la de 22. Venga nos vemos luego ¡”, fuimos a colocarnos bajo la salida y salimos.

Apenas había pasado el primer kilómetro cuando supe que algo no iba bien, mi estomago daba señales de ello. Más de una vez he tenido que parar en mitad de un entrenamiento por mis dolores estomacales, tan fuertes que me impiden seguir avanzando. Con el tiempo he aprendido a controlarlos con la respiración. El momento en el que mi dolencia fue más fuerte coincidió con la primera subida y pensé: “esta bajada de ritmo me vendrá bien, me centraré en respirar hasta que pase”. Al finalizar la subida el dolor se había calmado, había sido solo una falsa alarma. Volvíamos a tener la situación controlada (gran mentira).

Sobre el kilómetro 5 ya había oscurecido, pasé el primer avituallamiento y lo que viene a continuación lo recuerdo con escasa nitidez, como si lo hubiese soñado. Me aparte un poco del camino y empecé a vomitar. Cuando ya no quedaba nada en mi tripa, entre lo que recuperaba el aliento y retomaba la carrera pensé: “Qué hago? Me retiro? Termino?”. Ya no había control alguno de la situación.

Mientras decidía que hacer, llegué a un punto donde el recorrido de la carrera se bifurcaba, los de 22 k subían y los de 15 k seguían rectos. Me acerqué a los voluntarios y casi sin que me saliese la voz del cuerpo les conté lo que me pasaba y les pedí porfavor continuar por el recorrido de la corta. No me pusieron ningún problema, anotaron mi número de dorsal y continué. Muchos pensaréis que porque no me retiré en ese momento, principalmente y con perdón “por cojones” aunque también influyó el hecho de que era de noche, el recorrido de la carrera estaba claramente señalizado mientras que cualquier otro camino de evacuación, aunque más rápido, suponía hacerlo sola y sin indicaciones. Preferí la carrera y la compañía de los corredores.

No se me ocurre mejor foto que una donde no se viese mi cara.
 Gracias Footer Trotter

Dani durante la carrera

No cuento con un recuerdo claro del resto del recorrido, sólo los ánimos de caras amigas cuando me daban alcance a los que no era capaz ni de contestar sin que eso me supusiera un sobreesfuerzo. 

Eterno, el camino hasta llegar se hizo eterno. Pero llegué y rompí a llorar, imagino que echando fuera toda la tensión que traía acumulada, hasta tal punto que se me soltaron las narices…

Con el paso de los minutos me relajé y me fui encontrando mejor. Nos sentamos con el resto del equipo a cenar y a esperar la entrega de trofeos, porque pese a mi “brillante” actuación tuvimos campeones. Enhorabuena a todos/as es un placer pertenecer a este equipo repleto de MÁQUINAS. Gracias por dejarme formar parte ¡!!


WAPAVENTURA


TRAIL 22K
TRAIL 15K
3º CHRISTOPHE ROCHE
43º ANTONIO CERDÁ
6º FEDERICO HERNÁNDEZ
61º MARÍA JOSÉ MATEO (4º FEMENINA)
14º JESÚS MOLINA
65º LAURA FLORES (5º FEMENINA)
17º DANI NICOLÁS

19º JUAN AVELLANEDA

22º FRANCISCO LÓPEZ GRANERO


Aunque es lo que pone la clasificación, no me tomo esa 5ª posición como mía, al salir con la gente de la carrera larga, salí unos 10 minutos antes que el resto y aunque hice el mismo recorrido que ellos no salí en las mismas condiciones.





 ENHORABUENA CAMPEONES, SOIS GRANDES !

Ahora sé que debí hacer caso a mi primera impresión y dejar la noche para dormir. No era el día. Yo soy bicho de sol.

Con la mente puesta en un nuevo objetivo que saque este clavo.

Nos leemos en breve.

L.

“Haz siempre aquello que temes hacer”


George Bernard Shaw

1 comentario:

  1. No todas las carreras salen bien, todos hemos tenido alguna en la que no hemos puesto malos a medio por lo que sea y que incluso nos hemos tenido que retirar, pero no pasa nada, de todo se aprende, de las malas experiencias también. Ademas, correr de noche por el monte puede agobiar, sobre todo las primeras veces si no se esta acostumbrado, aunque hay gente como a mi que desde el primer momento me gusto eso de correr de noche por el monte.

    Felicitar a todo el equipazo del que formamos parte y una pena no haber podido estar allí al estar de viaje.

    Saludos.

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