“Con ese número
arrasas, y arrasé”
Antes de que sonase la alarma
(eso es antes de las 06.15 am) yo ya estaba sentada delante del ordenador con
mi taza de café echando un vistazo a la meteorología. En mi caso, que los
nervios me quiten el sueño es herencia paterna.
Esperé a que Dani se despertase
para las tostadas, no sé como lo hace, pero le salen como a nadie, a la plancha
con un poquito de mantequilla y sin estar demasiado tostadas, mi desayuno
favorito!!
La carrera empezaba a las 09.00,
así que bien temprano, ya con todo preparado, recogimos a Pepe y salimos
dirección “Objetivo Aledo”.
Como adelanté en mi última
crónica, Aledo es especial por infinitas razones, las más importantes; Lola, Juan y Valeria. Desde aquí
aprovecho para enviarles un beso enorme. En esta ocasión no pudieron estar y
los echamos de menos. Una comida en “La Santa” (otra de las razones que hace
Aledo especial) queda pendiente!!
Al llegar fuimos a recoger los
dorsales, y ahí llegó mi primera sorpresa; Dorsal 13 (número en la espalda de
mi hermano desde hace ya unos cuantos años). No había duda, mi carrera para
él.
A mi hermano #13
Una vez recogidos los dorsales,
llegaban los ánimos y deseos de suerte habituales para después colocarnos en la
línea de salida. No lo vi venir y me pilló desprevenida, pero como ocurre
siempre que me enfrento a un nuevo reto, Dani se acercó para preguntarme si
corría a mi lado, y yo, como ocurre también siempre, volví a darle la negativa
por respuesta y después un beso.
Objetivo Aledo:
Empezamos.
Venía de acumular malos
entrenamientos, consecuencia de combinar demasiadas horas de trabajo con un
calor sofocante que había llegado sin treguas primaverales, y las sensaciones
no eran las mejores.
Por falta de tiempo, no había
podido programar un entrenamiento por montaña de una distancia parecida, por lo
pero me preocupaba la reacción de mis piernas a partir del Km 15….El desnivel
sin embargo no me asustaba, la noche de antes había estado con Dani comparado
el perfil de la carrera con los de mis entrenamientos y estaba entrenado. Por
suerte, no tardo mucho en sonar el disparo de salida, empecé a correr y dejé de
malpensar.
Primer tramo de carrera
Los primeros kilómetros, hasta
que empezó la montaña, transcurrían por asfalto que con el calor, se hicieron especialmente
pesados. La carretera discurría por una zona de monte bajo con ausencia de
sombras y el sol se pegaba bien. Aun así pude mantener un ritmo constante
durante todo el tramo que me permitió correrlo a un buen ritmo. No paré en el
primer avituallamiento, que marcaba el comienzo de la montaña, llevaba agua
suficiente en la mochila y además tenía más ganas de sombra que de agua.
La montaña empezaba con una bajada corta pero rápida. La
bajé sin miedo y con velocidad, al menos con velocidad con respecto a dos
corredoras que llevaba delante. Al adelantarlas, se sobresaltaron, o eso creo.
Digo esto porque al pasarlas me pareció escuchar gritos, que igual no se
dirigían a mí, o igual si. En cualquier caso si molesté o asusté a alguien,
pido disculpas desde aquí.
Durante la subida
Dani en la subida
Pepe en la subida
Y empezó la subida. El
primer tramo, como ya me habían dicho (tanto Pepe como Dani) era bastante
parecido a la subida de Las Columnas así que no encontré problema en hacerlo
corriendo. Cuando a mitad del ascenso el tramo cogió pendiente alcancé a un
grupo de corredores y ande con ellos hasta coronar. Es cierto que en algunos
tramos, sin el tapón del grupo de corredores habría dejado de andar y
continuado corriendo, pero tras notar algunos calambres en el gemelo derecho
decidí recuperar y terminar la subida con ellos, sin prisas y sin forzar. Me
dio tiempo a hidratarme y respirar para encarar la bajada.
Dando alcance al grupo
Y llegó la bajada. Pasado
el kilómetro 13 (yo, por un malentendido creía que sólo subiríamos hasta el 11)
empezamos el descenso. Fácil, también como el de Las Columnas.
El grupo que me taponaba en la
subida también me impidió ir más rápida durante el primer tramo de bajada, pero
la senda era bastante estrecha y no había muchas posibilidades de adelantar,
así que opté por la prudencia y la paciencia. Con la llegada a otro de los
avituallamientos el terreno ganaba espacio y entonces pude adelantar
posiciones.
Empezando el descenso
Dani durante la bajada
Pepe durante la bajada
Hablé con Dani sobre la
posibilidad de parar a comer algo de fruta o alguna barrita en los
avituallamientos, pero teniendo en cuenta que nunca he comido en carrera y que
mi estómago no es muy agradecido, decidí no comer. Aunque arriesgué con el Aquarius (de naranja y clásico) y oye,
me sentaron de maravilla y experimenté “esa
increíble sensación de venirse arriba”.
Continué bajando y alcanzando
compañeras, pero me daba “miedo” adelantarlas, no sabía si los gritos de antes
eran para mí o no, y no quería volver a provocarlos, así que sólo adelantaba en
zonas amplias y perdía tiempo mientras tanto. Cuando yo andaba planeando “el
donde” del siguiente adelantamiento, una valiente que venía desde atrás gritó
que le dejásemos espacio para pasar y mientras las demás se apartaron yo cogí
su rebufo y adelante siguiendo su estela. Después, perdí el miedo y también la
adelanté.
Sin darme cuenta estaba sola y de
vuelta a la carretera, noté como poco a poco se perdían las zonas de sombra y
en apenas unos minutos sólo había asfalto y sol. Si al principio de la carrera
este tramo ya había sido duro, ahora era peor. La temperatura había subido y mis
piernas cargaban ya con 21 kilómetros, 21 kilómetros y subiendo¡¡¡¡¡ Había
sobrepasado mi límite, mi “zona conocida” y ni me había enterado.
El último kilómetro lo pasé
controlando los tiempos. Dani había estimado que tardaría unas 3 horas, ni de
coña ¡ Bajaba seguro. Después de la última cuesta, justo antes de la entrada al
pueblo, vi a Dani y Pepe, que me animaban para afrontar el último empujón.
A la llegada a la entrada de Aledo
Dani y Pepe esperando
Al final, crucé la meta en 2
horas 51 minutos, orgullosa porque no fue fácil y feliz. 4º de mi categoría, como diría Dani “casi chapa” y 16 de la general de mujeres.
Al terminar, le dije a Dani que
me hiciese una foto con el dorsal para enviársela a mi hermano. Cuando la vio
me dijo: “Con ese número arrasas”, y
arrasé.
GRACIAS
Gracias Nano por el número del dorsal, me hizo fuerte ¡
Gracias a mis amigos (los que son familia) por los ánimos de cada
carrera, me hacéis afortunada ¡ Isidro, te echamos de menos ¡ Ten paciencia, a uno
no se le olvida de correr…
Y gracias en especial a mi entrenador, por su dedicación y su amor.
Me templas, me quieres y haces muy feliz.
FELICIDADES
Felicidades al campeón, que
siempre es el mismo, y a las campeonas.
Felicidades a mi cuñado, Pepe,
por su tiempo y posición.
Felicidades también a ti Dani,
venir de varias lesiones no te impidió hacer una buena carrera y obtener un
gran resultado.
Por último felicitar a la
organización y a los voluntarios por el trabajo que hicieron, impecable, la mejor carrera en la que he participado hasta ahora sin ninguna duda. A los
fotógrafos: Footertrotter, Fran Nortes y resto de profesionales que han
compartido su trabajo con nosotros.
Objetivo Aledo superado. En busca
del siguiente.
Hay una grieta, una grieta en
todo. Así es como entra la luz (Leonard
Cohen).
Nos vemos en la siguiente,
L.
Buena carrera y bueno, se te olvida felicitarte a ti misma, bajar 9 minutos sobre lo previsto no esta nada mal. Un saludico.
ResponderEliminarEnhorabuena! Gran carrera Laura, saludos
ResponderEliminarGran carrera y crónica.
ResponderEliminarLo pasamos muy bien a pesar del calor infernal. Muy buena posición para ser tu primera carrera de montaña de mas de 20 km. En nada están consiguiendo trofeo aunque tampoco es que sea una cosa demasiado importante.
Saludos y al año que viene volveremos a Aledo si nada lo impide.
Enhorabuena Makina
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